Análisis sobre Rápido y Furioso 6
Rápido y furioso: Adrenalina pura
A esta altura del partido ya se puede hablar de una
nueva entrega de la serie (ya no saga), llamada en esta ocasión "Fast
& Furious 6 / Rápido y Furioso 6" (2013). Y no es una denominación
arbitraria, la presentación de los títulos del film que compila fragmentos de
las películas anteriores para presentar en acción a los personajes, así lo
demuestra.
Esta vez en Londres (pasando por Moscú y España),
los protagonistas Dom Toretto (Vin Diesel) y Brian (Paul Walker) sumado el
“grandote” Hobbs (Dwayne Johnson) compañero de aventuras desde Río de Janeiro,
unirán fuerzas para atrapar a la banda organizada por Shaw (Luke Evans) y
recuperar a Letty (Michelle Rodríguez), en la sexta parte de la saga que ya
tiene una secuela en camino con Jason Statham como villano.
Con la muchachada retirada y disfrutando de la vida
tranquila, aparecerá Hobbs con pruebas fehacientes de que Letty, la ex mujer de
Dom daba por muerta, está viva y hay que rescatarla. Y la banda como grupo
familiar que es (ahora más que nunca con Brian criando a su bebé) debe reunirse
para recuperar al miembro ausente del clan, aunque ello implique poner en
riesgo al resto.
Con este argumento básico de serie de televisión
(revivir a un personaje muerto que encima perdió la memoria) continúan las
aventuras de los muchachos motorizados con “códigos”. Y los códigos adquieren
importancia porque los malos en cuestión son otra banda “roba autos” que no
tiene códigos. La idea del doble se instala en imágenes, con cada miembro de la
banda teniendo su versión “malvada”, reforzada en un diálogo por si alguien lo
pasó por alto.
Las mujeres juegan un rol particular como en las
demás películas: sexys y comprensivas hasta lo inverosímil. Son un complemento
de los chicos, logran sacar lo mejor de ellos y llevarlos a realizar sus
anhelos personales por más que vayan en contra de los suyos. Feministas
abstenerse, porque estamos frente a un elemento que configura las películas de
acción masculinas, por más que aquí esté exagerado. La idea de “hacer real la
fantasía masculina” en el género de acción implica ser héroe, doblegar fuerzas,
salvar a la chica, ser leal a los compañeros y sobre todo obtener el respeto
absoluto de quienes le rodean. La mujer es un accesorio más que viene a
reforzar tal masculinidad. Incluso más que el auto, en una escena dicen:
"cuando cambias el auto por uno nuevo no tienes que dejarle la mitad de
tus bienes dentro".
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